La economía circular y la logística inversa

 




La economía circular cubre una amplia categoría de elementos y no un concepto específico y único. es un sistema económico que se basa en nuevos modelos de negocio que permitan la reducción, reutilización, recuperación y reciclaje de materiales en todo los procesos industriales.

La versión más completa del término es la que propone Julian Kirchherr. Muchos autores han planteado diferentes definiciones y aún no hay un consenso al respecto, por ello, Kirchherr en el 2017 hace un review sobre la conceptualización de la economía circular. A partir de 114 definiciones de diferentes autores, establece su propia definición como:

“La economía circular es un sistema económico que se basa en modelos de negocio que reemplazan el concepto de fin de vida útil con la reducción, la reutilización, el reciclaje y la recuperación de materiales en los procesos de producción, distribución y consumo, operando a nivel micro (productos, empresas, consumidores), nivel meso (parques eco industriales) y nivel macro (ciudad, región, nación y más allá), con el objetivo de lograr un desarrollo sostenible, que implica crear calidad ambiental, prosperidad económica y equidad social, en beneficio de las generaciones actuales y futuras”.

La clave de esto es que precisamente se plantea como un sistema económico, como una alternativa completamente opuesta a la economía lineal, donde se extraen materias primas, se fabrican productos, se usan y se desechan.

La relación entre la economía circular y la logística inversa, se puede decir que van de la mano. La economía circular necesita del proceso de la logística inversa para recoger, reutilizar, reelaborar y reciclar los residuos que se espera que no salgan del circulo de la economía.

La economía circular necesita logística inversa, ya que esta se vuelve imprescindible para la recuperación de los productos usados. Además la economía circular y la logística inversa requieren de consumidores responsables que inicien el proceso llevando los productos a puntos de recogida adecuados. Las empresas empiezan a ser conscientes del impacto que provocan en el medio con la realización de sus actividades y por ello comienzan a introducir en su gestión la RSC. La RSC les acerca un poco más a la esencia de la economía circular, de la logística inversa, del consumo responsable y, por tanto, del desarrollo sostenible.



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